RENOVACIÓN MUSEOGRÁFICA

9 de octubre de 2018

Renovación museográfica del Museo Histórico de Almedinilla

A través de la subvención de la Consejería de Turismo (Orden de 31 de agosto de 2016 de la Consejería de Turismo y Deportes, por la que se convocaban para el ejercicio 2016  ayudas dirigidas al fomento de las infraestructuras turísticas ubicadas en zonas de patrimonio natural de  entidades locales andaluzas) concedida al Ayuntamiento por importe de 20.000 euros, conjuntamente con presupuesto municipal para el Museo Histórico (10.000 euros), se ha llevado a cabo en el Museo Histórico de Almedinilla (uno de los núcleos fundamentales del Ecomuseo del río Caicena) el comienzo de la renovación museográfica de las distintas salas que lo componen.

Si bien el montaje museográfico del Museo Histórico de Almedinilla llamó la atención en su día (con motivo de su inauguración en 1998) por su incidencia dentro de la museología local y el carácter didáctico con el que se le dotó (a pesar del modesto presupuesto con el que se contó)  dada la velocidad con la que avanza la comunicación y el diseño museográfico, así como las nuevas colecciones adquiridas por el Museo, era menester su renovación, renovación que ha comenzado con la Sala de Olivar y la Sala de la Harina, añadiendo un nuevo espacio con el Aula del Caicena.

En la renovación de los espacios se ha buscado:

– Establecer un hilo conductor entre las salas principales: Sala del Olivar, Sala Ibérica, Sala Romana, y del mismo modo enlazar con la Sala de la Harina, Aula del Caicena y el Huerto con sus sistemas de regadío tradicionales, azudes y acequias del molino que forman parte del recinto del Museo.

Para ello, siguiendo con el lema “descubre los orígenes de la cultura mediterránea andaluza” a l@s vecin@s y visitantes se les propone un acercamiento a Almedinilla como ejemplo de paisaje mediterráneo: “Almedinilla, un paisaje mediterráneo”, entendiendo el paisaje como una construcción cultural que abarca los elementos medioambientales, histórico-arqueológicos, etnológicos y socioeconómicos de un entorno determinado donde se interrelacionan los aspectos naturales y humanos. Un paisaje  específico y continúo en el tiempo que sigue teniendo un papel social activo en la  sociedad contemporánea, conjuntamente con la forma tradicional de vida.

– Crear un diálogo estrecho entre la obra contemporánea de los fondos del Museo (fruto de las sucesivas convocatorias del proyecto El Vuelo de Hypnos: Diálogos entre arte contemporáneo y patrimonio histórico, que a través de la Fundación de Artes Plásticas de la Diputación de Córdoba, Rafael Botí,  se viene desarrollando en Almedinilla desde hace 11 años) y los objetos arqueológicos e históricos de los fondos del Museo y del propio edificio.

No se trata por tanto de insertar dos tipos de colecciones diferentes que ocupen el mismo espacio, sino dos colecciones que dialoguen entre sí sobre los mismos conceptos pero con lenguajes diferentes. De hecho la obra que queda en el Ayuntamiento tras cada convocatoria del Vuelo de Hypnos (fundamentalmente video-creaciones, instalaciones, propuestas performáticas) ya establecen ese diálogo en función de la temática sobre la que gira cada año la convocatoria (la mitología grecorromana, el hogar, la triada mediterránea, el expolio arqueológico, la memoria, el paso del tiempo…) siempre en relación con aspectos relacionados con el patrimonio histórico-arqueológico específico de Almedinilla.

– Establecer una mayor conexión de la colección con la maquinaria original y los elementos industriales del edificio primitivo, vinculados a la almazara de aceite, fábrica de tejidos, molino harinero y micro-central eléctrica.

En línea con el punto anterior se trata de destacar más esos elementos industriales que se han conservado en el Museo y que son parte de su colección, en un juego  y propuesta que apueste por reflexionar sobre el concepto de “Deux ex machina” en el propio discurso museográfico, su lógica interna y contradicciones,  y de los propios autómatas que desde la Antigüedad eran accionados a través del agua.

– Simplificar el diseño, eliminando ruidos y sintetizando la información. Para lo cual se eliminaron los paneles tradicionales concentrando la información en dos pantallas de ordenador. El resto de la información se hace más visual con  proyectores, televisiones y maquetas.

– Creación de espacios de recepción y otros en torno a los cuales congregarse con el objetivo de facilitar la interrelación de visitantes y favorecer la transmisión de información general.

– Substitución de vitrinas antiguas por muebles de madera laqueada  con vitrinas incorporadas y restructuración de espacios con la  racionalización de los mismos. Para ello se trabajó previamente diferentes propuestas sobre planimetría.

– Redefinir contenidos subrayando procesos históricos, la visión de género y las  amenazas/oportunidades,  debilidades/fortalezas.

– Mejorar la eficiencia energética y el control centralizado de ordenadores, televisiones y proyectores en el montaje museográfico, renovando el sistema de vigilancia y seguridad con cámaras y control central de todo el edificio.

En cuanto a la Sala del Olivar, se optó por substituir las mamparas de madera que dividían el espacio de la sala por otras de madera laqueada con la incorporación de vitrinas. En este nuevo espacio se habilita una pequeña recepción, que facilita la transición, con el lema del Museo: “Almedinilla, un paisaje mediterráneo” y un mostrador con diferentes marcas de Aceite de Oliva Virgen Extra de la Comarca de Priego con Denominación de Origen.

A partir de aquí la sala gira en torno a un gran arriate donde se ha plantado un olivo vivo (en un primer momento la idea era colocar un gran olivo centenario seco) sobre el cual se genera una instalación y un banco para sentarse alrededor de él. Antes de visualizar el olivo se genera un espacio a la entrada donde se habla de los diferentes usos del aceite a lo largo de la Historia (con objetos arqueológicos en las vitrinas, sobre todo de época ibérica y romana), un panel que explica las propiedades medicinales del Aceite de Oliva Virgen Extra, y otro donde se muestra a través de maquetas cómo ha evolucionado la tecnología aplicada a la elaboración de aceite de oliva, espacio éste que da acceso a la maquinaria original de la antigua almazara (principios del siglo XX) conservada en la sala, que es explicada con un video que se proyecta en pantalla de plasma junto a aspectos relacionados con las cuestiones laborales y de género. Parte de esta maquinaria (engranajes) se pone en movimiento en una instalación  a manera de  juego y reflexión sobre el papel de la tecnología en nuestras sociedades.

Alrededor del arriate y el olivo adquieren protagonismo tres grandes bidones metálicos de almacenamiento de aceite contemporáneos que han sido reutilizados para situar dentro de ellos diferentes recipientes cerámicos arqueológicos para almacenar también aceite correspondientes a diferentes épocas históricas (sobre todo ibérica y romana). También  se sitúa un panel móvil con diferente información en torno al olivo y el aceite, un panel luminoso (que incorpora una vitrina con objetos contemporáneos realizados con madera de olivo) que combina fotografías de jornaleras y jornaleros en el proceso de trabajo con palabras asociadas al olivar y al aceite presididas por una palabra realizada con grandes letras recortables que hace referencia al final de la recolección: ARREMATE. 

Del mismo modo, alrededor del olivo se encuentra la obra de Mª Jesús González y Patricia Gómez: De Re Muraria, realizada con fragmentos de paredes encaladas extraídas de la almazara de la aldea de la Sileras junto a la video-creación que explica su trabajo. 

En el espacio recuperado bajo las escaleras se incide, a través de dos maquetas, en los aspectos medioambientales más delicados asociados al monocultivo del olivar: la erosión y la sobreexplotación de acuíferos.

Finalmente en las altas paredes de la sala se proyectan dos videos, uno relativo a la video-creación elaborada por Luís López Carrasco: Fuente Grande, y otro que es un fragmento de la película-documental Entre Olivos de Eterio Ortega (grabado en gran parte en Almedinilla y la Comarca de Priego) con escenas donde se muestra el vínculo sentimental de los habitantes de la Comarca con el olivar tradicional, y las nuevas propuestas de cultivo industrial y cómo éstas afectan al olivar tradicional, a la cultura generada en torno a él, y a los cambios en el paisaje que ello conlleva.

En cuanto a los contenidos de esta sala, han sido fundamentalmente 4 los considerados en mayor medida:

– Evolución del paisaje asociado al olivar: con especial incidencia en los problemas de la agricultura industrial actual y la pérdida de biodiversidad, la erosión y la sobreexplotación de los acuíferos asociada a ella, con la apuesta por el olivar ecológico y los aceites de máxima calidad.

– Los procesos históricos relacionados con la economía del olivar.

– Evolución de la tecnología aplicada al olivar: desde época ibérica a nuestros días.

– Los usos del aceite: alimenticios, medicinales, rituales, conservación de alimentos y las propiedades beneficiosas para la salud del Aceite de Oliva Virgen Extra, con especial incidencia en los aceites de la Comarca de Priego (donde se incluye Alñmedinilla) con Denominación de Origen Priego.

– Las cuestiones laborales y las relacionadas con el trabajo de la mujer.

En La Sala de la Harina, junto a la maquinaria original del molino harinero y a la turbina y generador eléctrico (que aprovechaba el salto de agua a partir de la Torre o Cubo del molino para generar luz allá por principios del siglo XX) se ha incorporado un gran panel junto a piezas de molinos harineros calcolíticos del yacimiento de El Castellar (en la aldea de Las Sileras), la renovación de la maqueta que nos habla del uso del molino harinero de Fuente Ribera, y la incorporación de otros molinos harineros de diferentes épocas.

Se ha creado un nuevo espacio con la denominado Aula del Caicena que persigue llamar la atención sobre la rica fauna y flora del entorno del Museo (en el paraje de Fuente Ribera) centrado en los insectos y mariposas del río Caicena y las aves que viven a su vera. Una importante colección de mariposas nos hablan de los distintos ecosistemas asociados a la presencia de diferentes especies, y la colección de insectos nos habla de la calidad de las aguas del río. Las aves se han introducido con copias en barro a tamaño real de diferentes especies frecuentes en el entorno (realizadas por El Barro Animado) que se complementan con vitrinas donde se muestras diferentes egagrópilas y rastros de aves.

La información se centraliza en una pantalla de ordenador y una pantalla de plasma muestra la vida subacuática del río Caicena.

Esperamos que a lo largo de 2019 y 2020 podamos terminar la renovación museográfica del Museo interviniendo en la Sala Ibérica y en la Sala Romana (dedicadas respectivamente al poblado ibérico del Cerro de la Cruz y a la villa romana de El Ruedo) así como habilitar otro  espacio dedicado al periodo andalusí (en particular a la etapa emiral) que ya empieza a ser mejor conocida en la localidad, contando incluso ya con numerosos  materiales restaurados fruto de la investigación de los niveles emirales del Cerro de la Cruz.

 

Ecomuseo Río Caicena